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Infe­liz en tu tra­ba­jo: ¿qué opcio­nes tien­es como vigi­lan­te de seguridad?

Infeliz en tu trabajo: ¿qué opciones tienes como vigilante de seguridad?

Es cier­to que tra­ba­jar en el sec­tor de la segu­ri­dad priva­da pue­de ser un tra­ba­jo duro. Las con­di­cio­nes de tra­ba­jo son real­men­te malas en algu­nas zonas. Sin embar­go, la situ­ación tam­bién varía mucho de una empre­sa a otra. No es raro que un cam­bio ofrez­ca mejo­res opor­tu­ni­d­a­des pro­fe­sio­na­les, la posi­bil­idad de adquir­ir nue­va expe­ri­en­cia y un entor­no de tra­ba­jo más cómodo.

Paso 1: ¡Ana­li­za la situ­ación detenidamente!

Es importan­te cono­cer las causas de su pro­pia insa­tis­fac­ción y conoz­ca sus pro­pi­as moti­va­cio­nes. Ana­li­za los motivos de insa­tis­fac­ción: Iden­ti­fi­que exac­ta­men­te qué le hace infe­liz. ¿Es el entor­no de tra­ba­jo, las tare­as, el equi­po, la remu­n­era­ción o la cul­tu­ra empre­sa­ri­al? Cuan­to mejor enti­en­da las causas, más fácil le resul­t­ará encon­trar una solución.
A menu­do tam­bién influye el entor­no priv­a­do o un cam­bio en las nece­si­d­a­des per­so­na­les. Por lo tan­to, ¡con­side­re tam­bién estos aspec­tos en su análisis!

Paso 2: Pien­sa en tus opcio­nes y sopésalas.

El sigu­i­en­te paso sería Llu­via de ide­as e inves­ti­ga­ción sob­re las opcio­nes disponibles:
¿Qué posi­bil­ida­des ten­go? ¿Cuál es el ries­go? ¿Qué ocur­re si…? etc.
Much­as de las sigu­i­en­tes opcio­nes cue­stan Sin dine­ro, sólo super­a­ción. Sin embar­go, algu­nas opcio­nes son bastan­te lent­os y cos­to­sos o incluso lar­gos.

  1. Infór­me­se sob­re sus derechos: Ase­gúra­te de que cono­ces tus derechos como emp­lea­do del sec­tor de la segu­ri­dad priva­da. Esto incluye aspec­tos como el sala­rio míni­mo, las leyes sob­re el tiem­po de tra­ba­jo, el der­echo a vaca­cio­nes y las nor­mas sob­re horas extra­or­di­na­ri­as. Si cono­ces tus derechos, pue­des ase­gur­ar­te de que tu emp­lea­dor los respeta.
  2. Hable con su empre­saSi no está satis­f­echo con su sala­rio o sus con­di­cio­nes de tra­ba­jo, debe comu­nicár­se­lo a su emp­lea­dor. Tal vez una con­ver­sa­ción abier­ta pueda con­tri­buir a mejo­rar la situ­ación. Tam­bién pue­de ofre­cer­le opor­tu­ni­d­a­des de for­mación o espe­cia­li­za­ción para mejo­rar sus per­spec­ti­vas y opor­tu­ni­d­a­des profesionales.
  3. Cam­bi­ar de ámbi­to de activ­i­dad (den­tro de la empre­sa)El sec­tor de la segu­ri­dad priva­da es poli­fa­cé­ti­co. Muchos pro­ve­edo­res de segu­ri­dad priva­da ofre­cen ser­vici­os dife­ren­tes. Qui­zá otro cam­po sea más adecua­do para ti. Hábla­lo con tu super­vi­sor, soli­ci­ta inter­na­men­te otro tra­ba­jo. A veces ayu­da un tras­la­do inter­no a otra área de responsabilidad.
  4. Úne­te al sin­di­ca­to: En Ale­ma­nia hay sin­di­ca­tos que defi­en­den los derechos de los tra­ba­ja­do­res: en el caso del ser­vicio de vigi­lan­cia, se tra­ta de la Ver­ein­te Dienst­leis­tungs­ge­werk­schaft (ver.di). Si te afi­li­as, pue­des bene­fi­ci­ar­te de su poder de nego­cia­ción colec­ti­va y luchar jun­to con otros tra­ba­ja­do­res por mejo­res con­di­cio­nes labora­les y sala­ri­os más altos.
  5. Bus­car más opor­tu­ni­d­a­des de for­maciónSi sigue for­mán­do­se o se espe­cia­li­za, pue­de mejo­rar sus per­spec­ti­vas pro­fe­sio­na­les y, a menu­do, ganar un suel­do mucho más alto. Pien­sa qué cua­li­fi­ca­cio­nes adi­cio­na­les pod­rí­an ser úti­les para tu tra­ba­jo y bus­ca opor­tu­ni­d­a­des de for­mación adecua­d­as. Des­pués ten­drás más opcio­nes de actu­ación y estarás más solicitado.
  6. Tra­ba­jar en redMuch­as opor­tu­ni­d­a­des de tra­ba­jo sur­gen a tra­vés de reco­men­d­acio­nes y cont­ac­tos per­so­na­les. Ade­más, el cont­ac­to con otras per­so­nas ofre­ce la opor­tu­ni­dad de inter­cam­bi­ar expe­ri­en­ci­as. Si se dis­po­ne de una red sóli­da, esto pue­de ayu­dar a adquir­ir nue­vas per­spec­ti­vas. Ade­más del inter­cam­bio per­so­nal, se reco­mien­dan pla­ta­formas en línea como Xing o Linkedin.
  7. Bus­ca otro emp­lea­dor: Si todos los pasos ante­rio­res no con­du­cen a mejo­ras, pue­de ser pru­den­te bus­car otro emp­lea­dor. Sin duda hay empre­sas del sec­tor de la segu­ri­dad priva­da que ofre­cen mejo­res con­di­cio­nes de tra­ba­jo y sala­ri­os más altos.
  8. Por últi­mo, pero no por ello menos importan­te: ¡Haz­lo mejor y mon­ta tu pro­pio nego­cio! Por supues­to, este paso debe estar muy bien pens­ado. A menu­do es una opción hacer­se autó­no­mo de for­ma acces­o­ria y así empe­zar poco a poco con menos ries­gos. Sin embar­go, recuer­da que tu ante­rior emp­lea­dor debe seguir­te el jue­go. Una posi­bil­idad pod­ría ser, por ejem­plo, tra­ba­jar por cuen­ta pro­pia como con­fe­ren­ci­an­te en el sec­tor de la seguridad.

Paso 3: Fije sus obje­tivos personales

Sólo si se sabe con la mayor pre­cis­ión posi­ble lo que se quie­re con­se­guir se pue­de tra­ba­jar para con­se­guir­lo de for­ma con­cre­ta. Para moti­var­se, es muy sen­sa­to Escri­ba y visua­li­ce sus pro­pi­os obje­tivos. Tam­bién pue­de ser útil uti­li­zar el llama­do Reg­la SMART fijar sus pro­pi­os objetivos.

La reg­la SMART es un acró­ni­mo uti­liz­ado como guía para la For­mu­la­ción de obje­tivos cla­ros y bien defi­ni­dos sir­ve. Ayu­da a for­mu­lar los obje­tivos de for­ma que sean rea­lis­tas y alcanz­ables. La reg­la SMART respon­de a los sigu­i­en­tes criterios:

  1. Especí­fi­co (Especí­fi­co): El obje­tivo debe for­mu­lar­se de for­ma cla­ra y pre­cisa para que haya poco mar­gen de inter­preta­ción y uno sea ple­na­men­te con­sci­en­te de su meta.
  2. Men­sura­ble (Men­sura­ble): El obje­tivo debe ser men­sura­ble para que se pueda super­vi­sar el pro­gre­so y eva­luar obje­ti­va­men­te el éxi­to. Pue­de defi­nir­se medi­an­te indi­ca­do­res cuan­ti­ta­tivos o cualitativos.
  3. Eje­cu­ta­ble (Alcanzable): El obje­tivo debe ser alcanzable. Debe supo­ner un reto, pero debe ser alcanzable con los medi­os disponibles.
  4. Rea­lis­ta (Rea­lis­ta): El obje­tivo debe ser rea­lis­ta, es decir, debe ser posi­ble apli­car­lo tal y como se pre­ten­de en las con­di­cio­nes mar­co reales.
  5. Ter­mi­na­do (Limi­ta­do en el tiem­po): El obje­tivo debe tener un pla­zo cla­ro para su con­se­cu­ción. Un pla­zo cla­ro fomen­ta la moti­va­ción y la con­cen­tra­ción en la con­se­cu­ción del objetivo.

He aquí un ejem­plo de obje­tivo for­mu­la­do según la reg­la SMART:

Obje­tivo no SMART: Quie­ro ganar más dinero.

Obje­tivo SMART: Me gusta­ría aumen­tar mis ingre­sos men­sua­les en 20% com­ple­tan­do un cur­so de for­mación com­ple­men­ta­ria para con­ver­tir­me en un tra­ba­ja­dor cer­ti­fi­ca­do en pro­tección y segu­ri­dad en los pró­xi­mos seis meses y lue­go ser cont­ra­ta­do direc­ta­men­te por mi empleador.

Apli­can­do la reg­la SMART, el obje­tivo se con­vier­te en con­cre­to, men­sura­ble, alcanzable, per­ti­nen­te y tiene un calen­da­rio cla­ro. Esto aumen­ta la pro­ba­bil­idad de que con­si­ga su objetivo.

 

Paso 4: Ela­bo­ra un “plan de batal­la” para alcan­zar tus objetivos.

Aho­ra es el momen­to de pla­ni­fi­car la apli­ca­ción. Pla­ni­fi­que las medi­das que con­tri­buy­en a sus obje­tivos, por ejemplo:

A menu­do tiene sent­i­do abor­dar distin­tos enfo­ques en parale­lo y tam­bién tener un plan B (y un plan C).
Prio­ri­za tus obje­tivos Vin­cu­la las distin­tas accio­nes a tus obje­tivos. Haz anot­acio­nes en el calen­da­rio y tra­ba­ja de for­ma con­cen­tra­da para alcan­zar obje­tivos inter­me­di­os e hitos.
No dejes que los cont­ra­tiem­pos te des­ví­en del cami­no. Sé per­se­ver­an­te, con­cén­tra­te y sé positivo.

 

Espe­ro que estos con­se­jos le ayu­den a mejo­rar su situ­ación individual.

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