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§ 227 BGB

¿Es tam­bién posi­ble la legí­ti­ma defen­sa en casos de robo o allanamiento?

¿Es también posible la legítima defensa en casos de robo o allanamiento?

La legí­ti­ma defen­sa es la defen­sa nece­sa­ria para evi­tar una agre­sión ile­gí­ti­ma con­tra uno mis­mo o con­tra otra persona.

La auto­de­fen­sa es un clá­si­co en el ámbi­to del examen del cono­ci­mi­en­to exper­to — ¡y por supues­to tam­bién ele­men­tal para la prác­ti­ca profesional!

Encon­tra­mos la legí­ti­ma defen­sa en tres leyes a la vez, a saber, en § 32 StGB, en § 227 BGB y tam­bién en la Ley de Infrac­cio­nes Admi­nis­tra­tiv­as en § 15 OWiG.
En el artí­cu­lo de hoy, sin embar­go, no me inte­re­sa direc­ta­men­te la legí­ti­ma defen­sa como jus­ti­fi­ca­ción y sus ele­ment­os indi­vi­dua­les. En el tex­to de la ley se descri­be detal­l­a­da­men­te cuán­do se pue­de invo­car la legí­ti­ma defen­sa, es decir, agre­dir físi­ca­men­te a algu­i­en sin expo­ner­se a ser pro­ces­ado. Cuan­do se pre­pa­ra el examen 34a en cur­sos o libros, el apar­ta­do de defen­sa per­so­nal siemp­re se descri­be con detal­le y ejem­plos ilustrativos.

¡Un puñe­ta­zo, un ataque! ¡Defién­de­te, auto­de­fen­sa! ¿De acuerdo?

En el examen de peri­cia en el ofi­cio de vigi­lan­te según el § 34a de la GewO, al menos una preg­un­ta se refie­re casi siemp­re a la legí­ti­ma defen­sa, por ejem­plo, a las con­di­cio­nes pre­vi­as para poder actu­ar en legí­ti­ma defen­sa. La legí­ti­ma defen­sa es una importan­te jus­ti­fi­ca­ción para actu­ar con­tra los agre­so­res sin expo­ner­se a ser pro­ces­ado. Dado que la legí­ti­ma defen­sa es un “der­echo de todos”, cual­quier per­so­na pue­de invo­car­lo, inclui­dos los guar­di­as de segu­ri­dad, por supues­to, siemp­re que se cum­plan las con­di­cio­nes de la legí­ti­ma defen­sa. Si el por­te­ro es ata­ca­do rep­en­ti­na­men­te con el puño, inf­rin­gien­do la ley, pue­de defen­der­se del agre­sor. Es inim­pu­ta­ble, aun­que el agre­sor suf­ra lesio­nes y (con suer­te) sal­ga per­dien­do. Has­ta aquí todo cla­ro. Pero..:

¿Y en caso de robo o allanamiento?

El robo o el alla­na­mi­en­to de mora­da tam­bién con­sti­tuy­en un ataque ile­gal, con­cre­ta­men­te al der­echo legal a la pro­pie­dad o al der­echo de domic­i­lio. En estos ejem­plos, sin duda está per­mit­ido defen­der­se y usar la fuer­za para repe­l­er el ataque. Sin embar­go, siemp­re hay que tener en cuen­ta la pro­por­cio­nal­idad y los medi­os uti­liz­ados para la defensa.

¿Qué inte­re­ses juríd­icos son capaces de auto­de­fen­sa en absoluto?

Muchos alum­nos asu­men erró­nea­men­te que sólo se pue­de usar la fuer­za en defen­sa pro­pia en caso de agre­sión físi­ca a uno mis­mo (defen­sa per­so­nal) o a otra per­so­na (ayu­da de emer­gen­cia). ¡Pero esto está mal! En prin­ci­pio, cual­quier inte­rés juríd­ico (indi­vi­du­al) es sus­cep­ti­ble de auto­de­fen­sa. Ade­más de la vida, la inte­gri­dad físi­ca y la salud, tam­bién incluye los bie­nes, el honor, el patri­mo­nio (etc.) de una persona. 

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